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BIOGRAFÍA DEL EMPERADOR HAILE SELASSIE I Y SU RELACIÓN CON MÉXICO 

El Emperador Haile Selassie I nació el 23 de julio de 1892 en Ejarsa Gora, a 18 millas de la ciudad de Harar en Etiopía donde la cultura y los pueblos de la antigua Abisinia eran considerados israelitas. Fue el décimo y único hijo sobreviviente del Ras Makonnen de la dinastía Shoa que históricamente descendían del linaje de reyes etíopes ligados a Menelik I, hijo de la unión del rey Salomón de Israel (hijo del rey David) y la reina Makeda de Saba.

 

En 1906 su madre muere repentinamente y Tafari Makonnen (nombre del Emperador Haile Selassie hasta 1930, cuando fue coronado Emperador de Etiopía) fue enviado con otros nobles a la corte de Menelik en Addis Abeba, es ahí donde aprende acerca de las prácticas Imperiales convirtiéndose así, en Diácono a los 8 años, Dejazmatch (Guardián de la Puerta) a los 13 años, gobernador de Sídamo a los 16 años y Gobernador Harar a los 18 años; en 1916 fue nombrado Regente y Heredero del trono y en 1923 consiguió la anexión de Etiopía a la Sociedad de Naciones. Instauró la prensa escrita, escuelas y hospitales modernos y decretó la erradicación gradual de la esclavitud. En 1928 fue proclamado Negus (Rey) de Etiopia y fue coronado públicamente el 2 de noviembre de 1930 por el Abuna (obispo) Kyrillos de la Iglesia Copta Etíope, y nombrado Emperador Haile Selassie I, Rey de Reyes, Señor de Señores, León Conquistador de la Tribu de Judá, Raíz de David y Elegido de Dios.

 

Como primer asunto de gobierno, nueve meses después de su coronación, en junio de 1931 promulgó la primera Constitución escrita y estableció un nuevo decreto anti esclavista. Tras un rápido proceso de modernización, sus esfuerzos se ven entorpecidos por las operaciones del gobierno fascista italiano para invadir el Imperio etíope, hecho que finalmente consiguieron cuando dominaron Etiopía de 1936 a 1941. Al enfrentar esta ocupación, Haile Selassie tuvo que salir al exilio refugiándose en Inglaterra y tras consultarlo con la nobleza, acudió a la Sociedad de las Naciones para abogar por la causa de Etiopia, mientras el ejército y la población continuaban la lucha de resistencia nacional.

 

El 10 de junio de 1936 el Emperador pronunció su histórico discurso en la Liga de Naciones, pero la indecisión y las ineficaces sanciones de las naciones europeas facilitaron las cosas para los italianos, por lo que su Majestad permaneció en Inglaterra mientras Italia continuaba su ocupación de Etiopia por la fuerza. Mientras tanto Isidro Fabela, representante de México en la Sociedad de las Naciones abogaba por la liberación y reconocimiento del Imperio Etíope frente a la postura del representante Alemán que propugnaba que Etiopía ya no existía como nación independiente y por tanto debía otorgársele la tutela gubernamental a la nación Italiana. Fue este hito de la diplomacia mexicana el que llevo a que el 19 de Junio de 1954 el Emperador Haile Selassie I visitara México en agradecimiento a la postura tomada frente a la causa etíope instaurándose así una histórica relación de amistad e intercambio cultural entre las dos naciones.

 

El 5 de Mayo de 1941, el Emperador regreso victorioso a la capital de su Imperio y durante los siguientes 10 años, Su Majestad se dedicaría a la reconstrucción de su reino sin dejar de lado los asuntos internacionales, haciendo de Etiopía un miembro fundador de la ONU.

En 1955 proclamó una nueva Constitución y la elección de diputados por sufragio universal. En 1961 fundó la primera Universidad de Etiopía y en 1963 convocó en Addis Abeba a los jefes de Estado africanos fundándose la primera organización continental posterior al holocausto africano: La Organización de Unidad Africana (OUA), ganándose de tal forma el titulo del “Padre de la Unión Africana”. 

En enero de 1965 organizó una histórica conferencia de las Iglesias Ortodoxas Orientales en Addis Abeba que convocó a los patriarcas jefes de cada Iglesia que hacía siglos no se reunían. Durante esta histórica conferencia, el Emperador se ganó el título de “Defensor de la Fe”.

Durante los sesentas, Su Majestad Imperial realiza varias expediciones transoceánicas visitando africanos esparcidos por el mundo, incluyendo una memorable visita al Caribe en 1966. En los años siguientes, continuó a su ritmo, con más reformas internas y logros diplomáticos externos, pero la situación política y económica a principios de los setentas es grave en Etiopía; los funcionarios públicos poco a poco fueron renunciando y una comisión fue formada para redactar una nueva Constitución.

No obstante, estos esfuerzos fueron en vano y el 13 de septiembre de 1975, después del más histórico y extraordinario reinado de unos 44 años y a la edad de 82 años, el Emperador fue depuesto y trasladado al gran Palacio de Menelik, por la cuarta división del ejército del gobierno militar provisional que reemplazaría su régimen.

El Emperador Haile Selassie I, es el último monarca que ocupó el Trono de Etiopia, en la leyenda que todavía continua revelándose, y es recordado como el gran restaurador y modernizador de Etiopia.

La relación de amistad entre las dos naciones, surgió cuando Etiopía fue atacada por las fuerzas fascistas de Benito Mussolini en 1935, siendo México uno de los pocos países en defender la causa etíope dentro del congreso de la entonces llamada Sociedad de Naciones bajo la representación jurídica del diplomático mexicano Isidro Fabela. En aquel momento, gobernaba México el general Lázaro Cárdenas quien  demostró, la firme postura de la nación frente a la defensa de los derechos humanos y la paz mundial.

Desde aquella histórica vista del Emperador de Etiopía a México, se establecieron las relaciones culturales entre las dos naciones, con frutos tales como: la creación de la Plaza de México en Addis Abeba, capital etíope, la Plaza de Etiopía en la Ciudad de México, el establecimiento, hasta 1975, del Instituto de Relaciones Culturales Mexicano-Etíope, el establecimiento de la Embajada de México en Etiopía también hasta 1975, la organización de exposiciones temporales sobre arte y literatura etíopes en Casas de Cultura como “La Casa del Risco Isidro Fabela” (ubicada en San Jacinto, en San Ángel), el intercambio estudiantil en universidades mexicanas como la Escuela Nacional de Agronomía de Chapingo, la Universidad Nacional Autónoma de México, y en universidades etíopes como la Universidad Haile Selassie y la Universidad Nacional de Etiopía.

Además, se establecieron relaciones no sólo de amistad, sino de intercambio cultural por medio de actividades realizadas por el Instituto de Relaciones Culturales Mexicano-Etíope, publicándose además de manera anual las memorias de dicho Instituto entre los años de 1957 a 1970. Cabe mencionar que además fue fundada una escuela pública que lleva el nombre de “Etiopía” (ubicada en la colonia Tolteca de la Ciudad de México) y la Plaza de Etiopía, reducida en la actualidad a una estación de la línea 3 de la Red del Metro de la Ciudad de México. Dicha plaza, fue inaugurada el 2 de marzo de 1952 y posteriormente cuando el Emperador Haile Selassie I visitó México el 22 de junio de 1952, develó una placa conmemorativa para recordar por siempre esta histórica relación.

Estas relaciones, aunque fructíferas en su momento, desde la Revolución etíope en 1975 fueron decayendo hasta olvidarse casi por completo, perdiéndose de ese modo una parte de nuestra tradición a favor de la defensa y el derecho a la paz internacional, y con ello se fue perdiendo también  la remembranza de aquella unión amistosa entre las dos naciones, llevando finalmente a la pérdida de aquella riqueza cultural.

Continua...